sábado, 2 de marzo de 2019

La relación con el "ex"


Inspirada en la frase de una paciente (divina persona), tuve ganas de escribir algo sobre este objeto de pensamiento tan particular: “el ex”. En una sesión ella dijo: “mi ex es como un cáncer, porque es algo que no se cura, porque siempre está latente para volverse a despertar con reclamos”. Tan precisa fue la metáfora, que me inspiró a circunscribir una problemática que muchas veces se naturaliza. ¿La ex pareja tiene derechos a seguir haciendo reclamos?. Aquí se observa un abanico de situaciones variadas, en donde las personas manejan como pueden una relación que se vuelve más compleja en el caso de tener hijos en común. En estos casos, se trata de un vínculo permanente, definitivo con ese otro con el que compartimos tantas experiencias. Pero como suele suceder en la vida, las cosas se mezclan naturalmente.
Les voy a contar una anécdota que fue para mí de lo más instructiva: estaba rindiendo un examen libre en la facultad de Psicología. La materia me encantaba, Biológica II, porque podía desplegar mi placer por la medicina. Ya había hecho el escrito, con un tiempo justo y las últimas preguntas las había respondido bajo la presión del reloj. Salí del aula mientras lo corregían y aproveché para ponerme a chequear esas últimas frases que escribí, teniendo la horrible sensación de haberme equivocado con las hormonas. Pasaba rápidamente las páginas de mis resúmenes cuando me percato de que si, efectivamente mezclé las hormonas femeninas. Como estaba sola en la escalera, empecé a putear en voz alta. Y escucho la voz del profesor a mis espaldas: “Bueno Lucero! No se preocupe que en el cuerpo femenino las hormonas funcionan mezcladas!. Además en la vida, todo se mezcla”.
En la vida todo se mezcla me dijo el profe. Y es esa mezcla, la que complejiza esta relación con la ex pareja. Muchos me hablaron del sueño dorado de tener una relación de amistad con su ex. Otros mantienen en la realidad una relación de amistad. ¿Es esto posible?, ¿Es realmente una amistad?, ¿Será que para algunos afortunados se dio la posibilidad de ser amigos de su ex? ¿o será que uno de los dos aún conserva la esperanza de volver y por ese motivo finge una amistad que es en realidad una espera sufriente?.
Tal como decía Freud, en el ámbito afectivo no hay tantas variantes como suele creerse. Dentro de las polaridades anímicas, Freud sitúa éstas: amor, odio o indiferencia. Cuando la relación con un ex se vuelve tempestuosa, va del amor al odio y del odio al amor. Los reproches del ex o hacia el ex, suelen ser unilaterales, porque el otro miembro de la ex pareja, no los puede vivir como algo recíproco. Reproches disfrazados o reproches desnudos de pasión: “¿así que ya tenés novia?” “¿Ella es mejor que yo?”. Todo sujeto hablante puede corroborar que el tiempo real (el tiempo del almanaque) no se condice necesariamente con el tiempo psíquico o subjetivo. Nos separamos hace tres años, pero esos tres años pueden significar tres días o tres meses…
En medio de esta “mezcla” de cosas, ¿cuál es la manera óptima de manejarse?. Parece ser que la relación con un ex puede llevarnos a sentirnos como el personaje femenino en la película “Laberinto”, y la única salida es el límite. Esto quiere decir que, salvo en situaciones particulares en donde ambos miembros de la relación han decidido terminar al mismo tiempo y están de acuerdo como en espejo (cosa muy rara…), el problema en esta relación se sostiene de una asimetría fundamental, que es necesario equilibrar y limitar de alguna forma para el bienestar de los demás. Si uno está en la indiferencia, y el otro está en el amor-odio, esa asimetría se hace sentir y no de la mejor manera. Del lado del amor, ese ex amante se comporta como un ser sometido que lo soporta, lo perdona y lo complace todo con la ilusión de volver. Del lado del odio, ese ex amante se comporta como un ser tirano, agresivo y violento que busca entorpecer la felicidad del otro. Por este motivo, el que está del lado de la indiferencia (=duelo realizado) no debe alimentar las ilusiones de su ex pareja, de ningún modo, ni siquiera bajo la forma de una inofensiva amistad. Tampoco debe enredarse en los afectos del otro con el pretexto de no hacerlo sufrir.
Aquel que está del lado de la indiferencia (guarda cariño por la ex pareja, trata con respeto y cuida las formas para mantener una relación pacífica, pero ya no lo/la considera “pareja”), tiene la posibilidad de limitar, enmarcar una nueva forma de relación. En este sentido, y teniendo en cuenta múltiples situaciones de vida, la “amistad” con la ex pareja, queda descartada. Si el indiferente sostiene una amistad por la razón que sea, muy en el fondo termina siendo un acto de sadismo para aquel que ama u odia, aún.
Hay una diferencia sustancial entre tener una relación buena, pacífica, con buena comunicación y ser “amigos”. Algunos pacientes han manifestado su disgusto por la relación que su pareja actual mantiene con su ex. En todos estos casos, había una relación amistosa entre ellos hasta el punto de configurarse un trío afectivo que generaba la tan conocida meseta de no estar del todo con nadie: “ni con vos ni con ella”, “ni con vos, ni con él”. Una mitad se quedó con el ex, y la otra mitad trata de formar una nueva relación.
Por más triste que sea, cuando una relación de pareja termina, con esa relación deben irse los celos, las charlas prolongadas por wathsapp, los favores, los regalos, los cuidados especiales, las contemplaciones, la fidelidad en redes sociales, ni hablar de los reencuentros sexuales recordatorios. No se puede empezar algo nuevo si la historia anterior no está cerrada. Y una amistad, lo que hace es mantener una llama encendida, una puerta abierta, una brecha que impide un corte adecuado con el otro.
Volviendo a la anécdota de mi examen, las hormonas se mezclan naturalmente a menos que uno las separe con fines académicos, pedagógicos o de investigación. Lo mismo ocurre en estas relaciones, las emociones se mezclan a menos que uno las separe con fines de convivencia y crecimiento personal; y porque no, por el bien de los hijos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te doy la bienvenida

  Gracias por interesarte en Anudha Psicoanálisis!😊 Soy Paula Lucero Psicóloga (M5409) Magister en Psicoanálisis (UNR) Me dedico a la Psico...