viernes, 14 de agosto de 2015

Julio Cortázar Instrucciones para llorar

Instrucciones para llorar
Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.
FIN

martes, 11 de agosto de 2015

El corazón de las decisiones - Comentario sobre la película Danny Collins

"Danny Collins" o también nombrada "Directo al corazón" es una película inspirada en la historia real de Steve Tilston, un cantante de Folk. La película se sostiene de un momento preciso en la vida de Tilston: en 1971, era un músico británico que dio una entrevista a la revista ZigZag, en la que mencionaba su miedo de caer en las trampas de la fama. John Lennon leyó el artículo y le escribió una carta, en la cual lo aconsejó y hasta dejó su teléfono personal, para quedar en contacto. Tilston nunca llegó a recibirla y desconoció su existencia hasta el año 2005, cuando un coleccionista que la había comprado se la mostró.
Carta original
La carta de Lennon marca un antes y un después en la vida del supuesto Danny Collins. Antes de recibir la carta, este rock star se presenta cansado y desfasado cuando compara su edad con su ritmo de vida. Luego de una vida de excesos, se encuentra con la realidad de vivir en una gran mansión con una mujer a la que no ama y con ganas de morir cada vez que su público le pide que cante una y otra vez la misma canción.
En el día de su cumpleaños, un viejo amigo le regala la carta que John Lennon le había escrito hace tantos años atrás. Y aquí es donde comienza la mejor parte de la película.Allí empieza toda una serie de cambios positivos en la vida de Danny Collins, que estaba seguro del poder que Lennon tenía en él, y que de haber recibido esa carta en su momento, muchas cosas no hubieran sucedido. 
Estos cambios que va realizando el protagonista son acompañados de una exquisita banda sonora, que conecta inevitablemente con las emociones de cada uno. Es así que la película hace aparecer los interrogantes existenciales que, tarde o temprano, convocan a todo ser humano. Asi como el cantante se pregunta ¿que hubiera sido de mí si recibía esa carta en aquel momento?, es común caer en ese tiempo verbal tan complicado: "hubiera sido", "hubiera hecho", "hubiera dicho". Lo cierto es que el músico necesitaba un aliciente para elegir otra cosa, un incentivo tan poderoso como una carta escrita a mano por el mismísimo Lennon. No se sabe que hubiera sucedido si esa carta llegaba en 1971, tal vez no hubiera tenido mayores efectos o tal vez si.
De este modo, la película invita a pensar en estas decisiones que pueden cambiar el rumbo de una vida, a preguntarse desde qué lugar se elige y si esa elección  se aproxima a lo que se quiere hacer verdaderamente. En algunas ocasiones, no es fácil descubrir que se quiere en verdad, cuanto más importante son las consecuencias de una decisión,  más dificultoso se hace elegir.
Más allá de las inseguridades y planteos de cada caso singular, puede decirse que los miedos y los ideales siempre juegan una mala pasada en la toma de decisiones. Las costumbres familiares, las expectativas de los otros también suelen ocultar los deseos verdaderos. 
Muchas personas consultan por esta razón, acuden a terapia para despejar sus ideas y tomar una decisión que no están pudiendo tomar.
En estos casos, el analista colabora en un proceso que bien podemos llamar de "limpieza". Se van estableciendo los elementos que enturbian el campo de la decisión, lo que confunde, lo que atemoriza, lo que detiene. Y llega un momento del proceso en donde las dudas se disipan, la decisión a tomar se presenta clara y fácil de gestionar.
En dicho proceso no se utilizan anestesias, por lo cual no resulta ser muy agradable (es de suponer que la utilización de anestesias alteraría el resultado de la decisión), pero si es muy satisfactorio poder aclarar los pensamientos y actuar en consonancia con ellos. 
Sea cual sea la decisión a tomar, en todos los casos es preciso realizar una limpieza y contextualizar los deseos en el presente.Ya lo dijo Lennon "no hay nada mejor que estar limpio".

Nota Revista Rolling Stone:



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